Cuando pensamos en las ciudades más afectadas por los bombardeos durante la Segunda Guerra Mundial, es común que nos vengan a la mente lugares como Londres o Dresde. Sin embargo, los bombardeos en Ámsterdam también marcaron la historia de la ciudad y dejaron cicatrices en su paisaje urbano. Acompáñanos en este recorrido por uno de los capítulos menos conocidos de la capital neerlandesa.

El primer golpe: mayo de 1940
El 11 de mayo de 1940, apenas un día después de la invasión alemana a los Países Bajos, un bombardero alemán Junkers Ju 88 lanzó cuatro bombas sobre el barrio de Blauwburgwal, en el centro de Ámsterdam. Este ataque resultó en la destrucción total de siete edificios y la muerte de 44 personas, dejando además 79 heridos.
Las razones detrás de este bombardeo aún generan debate: algunos sugieren que fue un error de navegación, mientras que otros creen que el objetivo era un centro de comunicaciones del ejército neerlandés cercano al Palacio Real.
El trágico intento de liberar Ámsterdam
En julio de 1943, los Aliados planearon atacar la fábrica de aviones Fokker, ubicada en el norte de la ciudad, ya que estaba siendo utilizada por los ocupantes nazis para la producción de aeronaves militares.
Sin embargo, las misiones del 17, 25 y 28 de julio no salieron como se esperaba. El 17 de julio, las bombas lanzadas por la USAAF no alcanzaron la fábrica y, en su lugar, impactaron en áreas residenciales cercanas, causando la muerte de más de 150 civiles y dañando cientos de viviendas.
Aunque en el ataque del 25 de julio la RAF logró dañar parcialmente la fábrica, también hubo víctimas civiles. El 28 de julio, otro intento de bombardeo por parte de las fuerzas francesas libres resultó nuevamente en daños colaterales a la población civil.

Otros incidentes aéreos en la ciudad
Ámsterdam no solo sufrió bombardeos dirigidos, sino también accidentes aéreos que afectaron a su población. En la noche del 26 al 27 de abril de 1943, un bombardero británico Halifax, alcanzado por fuego antiaéreo alemán, se estrelló detrás del Hotel Carlton, destruyendo el edificio y causando daños en las viviendas cercanas.
Además, en marzo y mayo de 1944, se registraron combates aéreos sobre la ciudad que resultaron en la caída de aviones en áreas urbanas, aumentando el temor y la incertidumbre entre los habitantes.
La resistencia y la lucha por la identidad
La ocupación alemana también llevó a actos de resistencia dentro de la ciudad. Un ejemplo destacado es el ataque al registro civil de Ámsterdam en marzo de 1943, llevado a cabo por miembros de la resistencia para destruir documentos y dificultar la identificación de judíos y otros perseguidos por el régimen nazi.
Aunque el ataque solo destruyó parcialmente los registros, demostró la valentía y determinación de aquellos que se oponían a la ocupación.

Cicatrices que perduran
Los bombardeos y ataques aéreos dejaron una marca indeleble en Ámsterdam. Además de la pérdida de vidas humanas y la destrucción de infraestructuras, estos eventos reforzaron el espíritu de resistencia y resiliencia de sus habitantes.
Hoy en día, monumentos y placas conmemorativas en la ciudad recuerdan estos episodios, sirviendo como testimonio de los desafíos enfrentados y superados durante aquellos años oscuros.
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