La historia detrás del famoso Rijksmuseum de Ámsterdam

Si hay un museo que respira historia, arte y orgullo neerlandés, ese es sin duda el Rijksmuseum de Ámsterdam. Pero su importancia va más allá de sus obras maestras: es un símbolo cultural, una catedral del arte, y también el reflejo del alma holandesa a lo largo de los siglos. Hoy nos adentramos en su historia, su arquitectura y su legado.

De colección nacional a emblema cultural

La historia del Rijksmuseum comienza en 1800, cuando el gobierno de la República Bátava fundó el “Nationale Kunstgalerij” en La Haya, inspirado en el Louvre de París. Su objetivo era claro: conservar y mostrar al público el arte más valioso del país, tanto histórico como contemporáneo. Poco después, por iniciativa del rey Luis Bonaparte (hermano de Napoleón), la colección se trasladó a Ámsterdam, en lo que sería el germen del museo actual.

No fue hasta 1885 que se inauguró el edificio definitivo, diseñado por el arquitecto Pierre Cuypers. Su estilo mezcla elementos neogóticos y renacentistas, con influencias de la arquitectura religiosa: Cuypers, católico convencido, concibió el museo como un templo del arte. No solo debía albergar obras, debía contar una narrativa nacional. En su interior, no solo encontramos pinturas, sino también artes decorativas, esculturas, mapas, libros antiguos y piezas que hablan de la identidad neerlandesa.

A lo largo del siglo XX, el museo fue creciendo, sumando obras maestras, renovando sus espacios y adaptándose a nuevos públicos. Entre 2003 y 2013, vivió una ambiciosa remodelación que lo modernizó por completo, respetando su estructura original. Hoy, con más de 8.000 objetos expuestos y millones de visitantes cada año, el Rijksmuseum es mucho más que una galería: es una experiencia.

Vista panorámica del Rijksmuseum de Ámsterdam con el parque frontal.
El Rijksmuseum se alza al fondo de la explanada del Museumplein, uno de los espacios culturales más emblemáticos de Ámsterdam.

El día que Van Gogh se quedó sin palabras

Aunque el Van Gogh Museum es hoy el lugar más asociado al artista, pocos saben que una de sus primeras conexiones profundas con el arte sucedió aquí. Cuando se inauguró el Rijksmuseum en 1885, Vincent van Gogh lo visitó con entusiasmo. Según escribió en cartas a su hermano Theo, pasó horas frente a los retratos de Rembrandt, sobrecogido por su uso de la luz y la expresividad.

Aquel día, Van Gogh no solo contempló cuadros: los absorbió, los estudió, los sintió. Fue una visita crucial en su formación como artista. Años después, la intensidad emocional que percibió en Rembrandt aparecería en sus propios retratos y paisajes.

Este vínculo emocional entre generaciones de artistas es lo que convierte al Rijksmuseum en algo más que una colección: es un lugar de inspiración viva.

Por cierto, si quieres todo sobre la vida de este artista te recomendamos el libro: Van Gogh: La Vida de Gregory White Smith y Steven Naifeh 👌.

El hogar de Rembrandt

La obra más famosa del museo —y probablemente de todo el arte neerlandés— es La ronda de noche de Rembrandt van Rijn. Esta monumental pintura no solo impresiona por su tamaño, sino por su dinamismo, sus juegos de luz y su innovación narrativa. Pero no es la única joya de Rembrandt en el museo. También encontrarás:

  • Autorretrato como el apóstol Pablo
  • La novia judía
  • La lección de anatomía del Dr. Deyman

Estas piezas te permiten seguir la evolución artística y personal del maestro, desde sus retratos más clásicos hasta sus obras más íntimas y sombrías.

Visitantes observando la pintura “Los síndicos del gremio de pañeros” de Rembrandt en el Rijksmuseum.
Esta obra maestra de Rembrandt retrata a los síndicos del gremio de pañeros de Ámsterdam en pleno ejercicio de su función.

Vermeer y su universo de silencio

El Rijksmuseum alberga también algunos de los cuadros de Vermeer en Ámsterdam más importantes. Aunque su obra completa apenas llega a las 36 pinturas, cada una es una joya. En el museo puedes contemplar:

  • La lechera – una escena cotidiana convertida en poesía visual
  • La carta de amor – un juego de miradas y símbolos
  • La callejuela – que retrata la vida urbana con delicadeza y detalle

La serenidad y la intimidad de Vermeer contrastan con la fuerza narrativa de Rembrandt, y eso es parte de lo que hace tan rica la colección del Rijksmuseum.

Un museo que sigue evolucionando

Además de sus grandes maestros, el Rijksmuseum alberga colecciones de arte asiático, armamento, cerámicas, arte religioso, instrumentos musicales y objetos que ilustran la vida cotidiana a lo largo de los siglos. También se ha volcado en hacer el arte accesible a todos: con audioguías, exposiciones temporales vanguardistas, visitas guiadas y actividades familiares.

Uno de sus espacios más especiales es la biblioteca Cuypers: un rincón silencioso de escaleras de hierro y estanterías infinitas que parece sacado de una novela.

Y si todo esto fuera poco, el museo también se proyecta hacia el futuro con tecnología de digitalización de sus obras y proyectos de conservación avanzados.

Interior de la Biblioteca Cuypers del Rijksmuseum con estanterías de madera, barandillas de hierro forjado y luz natural entrando por los ventanales.
La Biblioteca Cuypers, la más grande y antigua de historia del arte en los Países Bajos, es una joya arquitectónica dentro del Rijksmuseum.

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